Había estado meditando durante algún tiempo en búsqueda de respuestas, ya habían transcurrido unas semanas y no había logrado obtener solución a mis inquietudes, entonces en un momento de iluminación noté que mi relación personal con mi madre siempre había generado cierto stress y estaba repitiendo ese mismo patrón con mi hija. Estas no eran las respuestas que había estado buscando pero de pronto una mañana era muy claro; esta limitación para expresar el amor hacia mi madre estaba marcando varios aspectos de mi vida, y no era precisamente que no sintiera amor por mi madre, por supuesto que sentía un gran amor por ella, pero existían aspectos de mi infancia, ciertos patrones de creencias que me habían hecho sentir infeliz.
Durante mis tempranos 30's tuve la fortuna de leer un libro de una excelente escritora que había marcado una diferencia en la concepción de como nos percibimos y cómo ésta percepción afectaba nuestro interior, cómo podríamos sanar desde nuestra alma y curar nuestra experiencia en este plano físico, ella es Louise Hay y ella describe en su libro "Usted puede sanar su vida" ampliamente la relación entre los sentimientos y su expresión en nuestro mundo físico.
En esta etapa de mi vida empecé a trabajar los aspectos del perdón para seguir adelante desde un punto de partida diferente a mi previa experiencia. La terapia del perdón generó un efecto positivo curando viejas cicatrices y permitiendo sentir la felicidad que existe por naturaleza en mi interior.
Pasaron unos cinco años y otro evento marcó una nueva distancia entre mi madre y yo, pero no me había percatado hasta hoy que esta nueva experiencia, que no puedo describir como buena o mala, simplemente fue una experiencia más que había afectado mi respuestas a expresar mis mejores sentimientos y que los llevaba internalizados durante los últimos años.
Ya para esa época había nacido mi hija, y con quien de alguna manera u otra reflejaba mantener una relación similar a la relación con mi madre. Después de haber meditado durante varias semanas en busca de respuestas a otras inquietudes fue cuando me llegó esta revelación: "Existen intercambios reflejos de nuestros sentimientos" esto claramente explica porque la relación con mi hija era igual de tormentosa que la relación con mi madre, había como un efecto espejo entre ellas.
Días antes me encontraba atenta repasando una conferencia de ese gran maestro en el campo de la Inspiración y el Amor; Dr. Wayne Dyer, y el indicaba en su conferencia, que había una cultura donde practicaban reunir a todos los miembros de la comunidad cuando tenían un problema con una persona, quien les había generado situaciones dolorosas por asi decirlo, y que cada integrante de esa comunidad le manifestaba a este individuo un aspecto positivo y amoroso que recordara anterior a la situación de dolor.
He comprendido que este método le brinda amor y aceptación a la persona que esta pasando por un proceso de búsqueda, y he decidido adoptarlo en mi propia experiencia. Con mi madre he iniciado un nuevo camino hacia el perdón y estoy reforzando todos los aspectos positivos que ella tiene pero al mismo tiempo he observado como esta iniciativa está generando un "Intercambio reflejo de Sentimientos" hacia mi propia hija. He comprendido que perdonando a mi madre me estoy perdonando a mi misma con respecto a la relación con mi hija. He sentado a mi adorada niña y le he expresado cuanto la amo y lo grandiosa que es ella, y le doy gracias a mi preciosa por estar en mi experiencia física presente.
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